Guinness Storehouse

Guinness Storehouse

Si hacemos grupos en los que separar a los que prefieren el vino y los que se inclinan por la cerveza, yo me quedo definitivamente en el segundo. Reconozco que me gusta una buena cerveza, y por lo tanto en mi viaje a Dublín no podía faltar una visita a la Guinness Storehouse.

Es un templo para los cerveceros, situado en el complejo de la mítica fábrica de cerveza de Saint James’s Gate, donde aprenderemos todo sobre la elaboración de la bebida y la marca por la que esta cerveza negra es reconocida en todo el mundo.

El edificio en sí ya vale la pena, no llama excesivamente la atención por fuera, a no ser por la vidriera panorámica en el último piso, pero gracias a una excelente restauración la antigua nave de fermentación de 1908 es una maravilla de siete pisos de altura que representa una gran pinta de cerveza, cómo no. Si estuviese llena, la pinta gigante contendría 14,3 millones de pintas de Guinness.

Vamos a conocer extensamente los ingredientes naturales empleados para elaborar la cerveza: agua, cebada, lúpulo y levadura. Una gran piscina de cebada o una cascada de agua ambientan el paseo. Un interesante recorrido a través del proceso de fabricación que nos descubre cómo los cerveceros combinan los cuatro ingredientes utilizando tradiciones ancestrales y tecnología de vanguardia.

El mejor bar nos espera en lo alto. El Gravity Bar de la Guinness Storehouse es un colofón excelente a la visita. Una buena pinta de Guinness (incluida en el precio de la entrada) nos espera (un refresco para quienes no deseen o no puedan tomar cerveza). Y sobre todo nos esperan unas excelentes vistas de Dublín. Una panorámica de 360 grados que podréis disfrutar tranquilamente… Las cristaleras nos van explicando gracias a unos textos los monumentos más importantes que encontramos a lo lejos en línea recta.

La Guinness Storehouse en Dublín abre todos los días (excepto festivos como Nochebuena, Navidad, Viernes Santo, San Esteban) a las 9’30 y hace la última admisión a las 17 horas (a las 19 horas en julio y agosto). La entrada de adulto cuesta 18 euros, aunque hay descuento si se compra online en su web y está incluida en la tarjeta Dublin Pass




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